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Como hacer frente al síndrome post-vacacional de la Navidad

 

Hace unos días que dejamos atrás la temporada navideña dónde por lo general nos solemos rodear de nuestros seres queridos. Es una época en la que por lo general vemos caras sonrientes, felicidad, nos colmamos de regalos, caprichos y comidas en exceso.

Suele ser una época en la que nos invade la nostalgia, añoramos tiempos pasados, recordamos personas que ya no están y esos momentos tan felices que nos dejaron. El comienzo de un nuevo año nos lleva a la reflexión, a plantearse los errores cometidos en el año que dejamos para proponernos nuevos retos para cumplir por sentirnos en cierta forma culpables.

Pero ahora ya todo aquello pasó, acabaron esos días libres, esas fiestas y nos enfrentamos a la vuelta a la rutina y a poner otra vez los pies en el suelo y por eso ante un cambio tan brusco, muchas personas se sienten decaídas. Ya no hay reuniones entre amigos y/o familiares, ya no hay comidas copiosas, ya no hay regalos, ni luces ni canciones a nuestro alrededor y entonces nos puede invadir un sentimiento de cierta tristeza y desazón que no nos deja ser libres.

 

A esta sensación se le llama síndrome post-vacacional, y puede darse tanto después de verano, como después de Navidad. Quién lo sufre tiene una sintomatología similar al estrés cuando, pues tras un tiempo de descanso les cuesta atender al alto número de demandas que supone la vuelta a la rutina de su vida diaria o el regreso a su vida laboral.

 

El síndrome postvacacional no suele durar más de 2 ó 3 de semanas pero en ocasiones la presión de la vuelta al trabajo y/o la rutina diaria puede causar estrés agudo y sus síntomas son tales como sudoración, hipervemtilación, taquicardias,temblores,cambios de humor, ansiedad....  

 

 

Sus síntomas suelen ser tales como:

 

  • Bajo estado de ánimo.
  • Decaimiento.
  • Apatía.
  • Ansiedad.
  • Falta de energía.
  • Percepción de no ser capaz de adaptarse de nuevo al entorno laboral.

 

¿Cómo superar la depresión navideña?

 

No te compares con nadie. Es cierto que podemos tener alguna carencia o dificultad, pero el compararse sólo sirve para sentirnos aún peor. Recuerda que todos tenemos capacidades destacables positivamente que otros no tienen y solo vemos lo que los demás quieren que veamos, es decir, puede que pienses que ese vecino tiene una vida maravillosa porque tiene un buen trabajo, o porque se ha comprado un gran coche pero más allá de todo ello se esconden otras cosas que tú no ves.

 

Crea pensamientos agradables. Cuando te des cuenta de que tus pensamientos destacan por ser negativos enfócate en todo aquello positivo que te rodea.

 

Practica Mindfulness. Está demostrado que la atención plena te puede ayudar a estar relajado y sentirte en paz.

 

Apúntate a alguna organización solidaria. Si en la Navidad te rodeaste de un ambiente positivo y solidario no tienes por qué dejar que ese sentimiento se limite solo a unos días, ayudar a los demás nos enriquece como personas y nos hace aprender a valorar aquello que nos rodea y a lo cual no le damos importancia.

 

Reúnete más a menudo con la familia. Si estas fechas has disfrutado con su compañía no te limites a dejar este valioso tiempo a unas fechas concretas. Plantéate una rutina de llamadas o quedadas para ello te puedes ayudar de una agenda, apunta esos días en los que dispones de ese tiempo para disfrutar de una buena compañía.

 

Procura dormir 7 u 8 horas. Lo normal es que durante las vacaciones hayas alterado tu horario de descanso. Hay que volver cuanto antes a los ritmos normales. El cansancio físico solo empeorará el malestar.

 

No dejes solo para las vacaciones todo aquello que resulta gratificante. Hazte una lista de todas aquellas cosas que te gusta hacer y empieza a hacerlas. Recuerda el dicho de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

 

Haz algún tipo de actividad deportiva.  No hay nada que pueda ayudarte más.  Tan sólo 20 minutos de ejercicio físico marca la diferencia y te hace estar con más energía. Si no te gusta hacer deporte sal a andar o practica el senderismo, de esta manera además de llevar una vida más sana puedes disfrutar de los paisajes que te vayas encontrando.

 

Ayúdate de la música para salir de ese estrés. Recuerda esta frase de Platón: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. Escuchar música hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, actuando como neurotransmisores y produciendo muchos efectos beneficiosos así que nada mejor que comenzar el día con canciones positivas que nos alegran el alma.

 

 

Si después de practicar estos consejos sientes que todo sigue igual y no consigues salir de este estado negativo, lo mejor es que acudas al psicólogo el cual después de estudiar tu caso y tus síntomas te dará una serie de pautas adaptadas a tu problema.

 

 Escrito por la Psicóloga Raquel Alarcón Molina. ( Centro de psicología en Avda. General Gutiérrez Mellado, 9, 1ª planta. Edificio Centrofama, Murcia).

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Comentarios: 2
  • #1

    María (sábado, 12 enero 2019 11:36)

    Es un texto que se puede aplicar no solo al síndrome postvacacional o post navideño, es un texto que es muy interesante por la cantidad de puntos que toca, y nos puede ayudar en muchos de los problemas cotidianos. Es un texto de una gran profesional como Raquel, y de una excelente persona, a la que recomiendo sin ninguna duda

  • #2

    Raquel (lunes, 14 enero 2019 18:48)

    Muchas gracias María por tus bonitas palabras.
    Me alegra que te haya gustado,lo hice para eso con la intención de ayudar.
    Un abrazo