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Encontrar lo positivo cuando todo parece oscuro.

 “No tengo trabajo, mi pareja me ha dejado y mi familia me tiene por un bicho raro, ¿Cómo quieres que sea feliz cuando todos los aspectos de mi vida me van mal?”.

¿Te suena esta frase? ¿Alguna vez te la has dicho?

En ocasiones me encuentro como las personas me dicen que en su vida no ven nada positivo, que su alrededor se desmorona, que tienen muy mala suerte, que no es posible estar bien cuando lo de alrededor está mal… y se comparan con el resto, lo que hace que la tragedia parezca aún más grande de lo que es. El mundo de los demás parece maravilloso, lleno de luz y perfección y entonces entran en ese bucle de querer tener lo que los demás tienen, de no querer su vida propia sino la de los demás. La de la vecina que se le ve felizmente pasear con su pareja todas las tardes por el parque, la del compañero de trabajo que siempre llega con una sonrisa al despacho y se la pasa diciendo lo maravillosa que es su vida, la del actor o actriz de Hollywood que se pasea por la alfombra roja con vestidos caros acaparando todos los flases, la del instagrammer que consigue tantos seguidores  …

 

Centrarse en no poder ser feliz hasta que no se consiga una meta como ser madre, tener la pareja perfecta, viajar continuamente, tener mucho dinero, hacer compras compulsivas, estar rodeado de gente, de admiradores, ser conocido, salir en los medios, tener un buen coche , una buena casa… obcecarse en que no puedo ser feliz hasta que no tenga algo que no tengo ahora mismo, algo que me falta en el momento presente, obsesionarse con que solo ser podrá ser feliz tal vez en un futuro… en definitiva, si crees que la felicidad no es posible en el momento presente porque te faltan todas esas cosas debo decirte que pasarán los años y seguirás postergando esa felicidad ya que siempre tendrás la excusa de no ser feliz en el presente porque hay algo que no tienes en este mismo instante.

 

La vida no es perfecta y a veces está llena de baches, yo misma he tenido que pasar por algunos muy difíciles que estuvieron a punto de dejarme en el más absoluto vacío, en el más hondo de los precipicios, por momentos pensé que no era posible salir de ahí, era mi destino el estar así, llegué a pensar que en la vida nada tenía sentido y que todo era impuesto , es decir, que ninguno teníamos el control de nuestras vidas, era mi sino el estar siempre mal.

 

Las frases que más recuerdo que me solía decir desde que tengo uso de conciencia eran “piensa mal y acertarás” o “unos nacen con estrella y otros nacemos estrellados”. Ahora lo recuerdo y me río ¿de verdad creía yo que me iría bien con un pensamiento tan oscuro y derrotista?

 

Es verdad que si nos centramos en estas cosas lo normal es que decaigamos y que nuestra mente se nuble y se torne negativa, de repente se ve todo lo oscuro que tenemos en nuestra vida y aunque estemos rodeados de un eterno arcoíris los únicos colores que logramos alcanzar se tornan a grises y oscuros.

 

Aunque no lo creas en tu vida hay más cosas positivas de las que crees.

Me suele pasar que al decir que hay más cosas positivas de las que creemos y que suelen superar con creces las negativas me miran con cara de incrédulos, incluso ha habido ocasiones en las que se han molestado al decirles esto y claro que es normal molestarse cuando te están diciendo algo contrario a lo que has creído toda tu vida, solemos aprender a pensar en negativo porque nadie nos explica cual es la manera más sana de pensar, o la manera correcta de pensar si queremos que nuestra vida sea más plena.

 

Aprender a valorar lo positivo por encima de lo negativo, de darle la vuelta a las cosas y convertir una experiencia negativa en un cambio o en una fuente para aprender y que nos vaya mejor, es una de las lecciones clave que tendríamos que guardar para siempre en nuestra mente si queremos que nuestra vida empiece a mejorar.

 

¿Qué quiere decir esto? Pues sencillamente que cuando nos viene algo trágico o negativo en nuestra vida es normal que las emociones negativas resurjan y se manifiesten, somos seres emocionales y las emociones negativas también forman parte de nosotros, reprimirlas no sirve de nada, solo hace que esta emoción se enmascare temporalmente y al final aparezca convertida en un huracán. Lo mejor es dejarlas salir en el momento que aparecen, si de repente me he quedado sin trabajo es normal que me inunde la tristeza o incluso la rabia y me dé por llorar ,cosa que no es mala, si tienes que llorar ¡hazlo! No te reprimas.

 

En el caso de la ira o la rabia debemos de llevar cuidado, reprimirlas hacen que lo podamos pagar con quien no se lo merece en el momento inadecuado o que nos convirtamos en seres que están continuamente en tensión y esto no es bueno para la salud.

 

 ¿De qué manera podemos sacar la ira? La ira suele venir de una serie de pensamientos muy negativos que me estoy bombardeando continuamente o en un momento determinado, no hacerles caso a los pensamientos en una de las mejores maneras de acabar con ese pensamiento negativo. Ya sé que no es nada sencillo acallar dichos pensamientos negativos, pero con constancia y con una serie de métodos como la meditación, la reestructuración cognitiva, el mindfulness, el yoga … se puede llegar a cambiar de focalización y dejar de tener tantos pensamientos automáticos negativos.

 

Cambiando nuestros pensamientos nos liberamos y empezamos a ver que en nuestra vida hay más cosas buenas de las que creemos, pero no las valoramos.

Si has nacido sano, puedes andar, correr, ver , oír, tocar oler, si tienes un techo donde dormir, un lugar donde estar, si tienes un hombro al que acudir en esos días en los que necesites llorar, si tienes algo que llevar a la boca cuando tienes hambre, si tienes ropa que te cubra, zapatos con los que andar, si puedes permitirte un momento para ver una puesta del sol… empieza a ser agradecido y verás como tu enfoque hacia la vida empieza a cambiar y las cosas negativas que te pasan dejan de ser tan oscuras.

 

Podría estar mencionando miles de pequeñas cosas que hacen de nuestra vida un lugar más agradable pero no es esa la cuestión, lo que pretendo es que te des cuenta de que cuando nos vienen a nuestra vida acontecimientos negativos es normal que nos sintamos mal, pero no podemos dejar que esa emoción negativa forme ya parte de nuestro día a día, suelta el duelo que llevas dentro y empieza a focalizarte no en aquello que no tienes sino “ en esas cosas que tienes y como están siempre ahí no les das importancia”.

 

¿Quieres saber un buen truco? Deja decir no puedo, es imposible, es un fracaso, no lo voy a conseguir, qué mala suerte tengo….y cámbialo por “ esto es solo un bache del que aprender, si quiero lo puedo conseguir, yo valgo, yo puedo, yo lo voy a conseguir…”

 

El sol vuelve a brillar.

Preguntarse ¿esto hasta cuándo va a durar? o ¿Cuánto tiempo más tengo que estar así? No vale la pena ya que esas preguntas te están enganchando a lo negativo, a la incertidumbre a no tener el control de las cosas.

 

Céntrate cada día en ver todo lo positivo que te rodea y mira la cima de tu montaña, de tu meta personal, de aquello que quieres conseguir, pero mira siempre hacia arriba, a los pasos o escalones que vas dando para conseguirla, si un día tropiezas no mires abajo, no sirve de nada simplemente te envolvería de nuevo de pensamientos negativos que te harían caer de nuevo y no es eso de lo que se trata.

 

Pensar en el tiempo que voy a necesitar para recuperarme para estar bien de nuevo no te lleva a nada más que a dar otro paso atrás, pues el tiempo es algo que no podemos controlar pero sí que podemos controlar nuestra manera de ver las cosas, por lo que cada día  es mejor pensar que estoy en el camino correcto para conseguirlo y da igual cuando llegue a la meta ya que durante el recorrido también puedo disfrutar del camino que me está llevando a dicha meta.

 

Por lo tanto como dije al principio, el pensar que voy a ser feliz solo cuando llegue a mi meta, es decir, cuando tenga el trabajo de mi vida, la pareja perfecta, cuando viaje mucho, cuando tenga dinero y me pueda permitir lujos etc. me están alejando del camino que voy haciendo y esto hará que muy difícilmente consiga aquello que quiero o que cuando lo consiga siempre quiera algo más , entonces la euforia que se siente cuando se consigue una meta es momentánea y con el paso de un periodo de tiempo concreto, de nuevo vuelve la desolación de no poder ser feliz porque me falta otra cosa  más.

 

Por lo tanto aprender a valorar lo que tengo y lo que soy, lo que me rodea, aprender a estar consciente del presente, de lo que está pasando en el instante en el que vivo, aprender a valorarme, a quererme, a darme cuenta de lo que quiero y lo que no, meditar sobre aquello que me hace feliz a mí, no a los demás y aprender a dejar de tener miedo de salir de nuestra zona de confort por el miedo al qué dirán, disfrutar de los momentos de soledad y aprovecharlos para conocerme, son el camino que me lleva a la meta y el llegar a la meta no es la que me dará la felicidad, hará que esa felicidad se fortalezca o se complemente.

 

¿Entonces cómo hacer que algo negativo no me envuelva?

Lo que tenemos que hacer es soltar lo negativo que llevamos, meditar sobre qué es lo que nos mantiene en esa emoción, darnos cuenta de lo que estamos pensando y cuando nos venga lo negativo cambiar de pensamientos o simplemente no escucharlos.

 

También es importante aprender de nuestros errores, es decir, si algo ha salido mal analizar el por qué y buscar alternativas para si alguna vez me vuelve a surgir el mismo problema no cometer el mismo error, de aquí viene el dicho “de los errores se aprende”.

 

Aprender a vivir en el momento presente es algo muy importante, con esto me refiero a que nos pasamos la vida pensando en cosas que nos pasaron en el pasado o que nos pasarán en el futuro, de esa manera estás desperdiciando tu vida porque estás anclado en un tiempo que no existe, el pasado ya pasó y el futuro aún no ha venido por lo que lo único que existe son los instantes que componen el momento presente.

 

Si algo tiene solución, búscala, si no la tiene ¿para qué seguir preocupándose? Vivir en la pena no va a hacer que las cosas mejoren, al revés, dificulta a tu mente para buscar nuevos caminos, nuevas soluciones o simplemente ver las cosas positivas que hay en la vida.

 

Así que si has cogido la costumbre de estar quejándote continuamente, si solo ves el lado oscuro de la vida, para, reflexiona y enfoca tu mente en cosas que sí tienes y no valoras, aprende a enfocar tu mente de otra manera más positiva y has de ser constante con la práctica , ya que los pensamientos negativos siempre tienden a querer salir, pero nunca olvides que la mayoría de cosas negativas que estás pensando ya no están aquí, si son cosas del pasado en el pasado ya lo sufriste ¿ por qué volverlo a sufrir de nuevo un día tras otro? Y si tu preocupación es el futuro ¿por qué preocuparse por algo que no está pasando aún? Está comprobado que la mayoría de cosas que nos distancian del presente por pensar en el futuro, y que nos impiden hacer cosas por miedo a las consecuencias, represalias etc. jamás van a ocurrir, es decir, esas preocupaciones que tienes en tu mente son más negativas en tu mente de lo que luego en realidad son, se han hecho infinidad de estudios que han sacado la conclusión que las personas nos preocupamos por cosas que luego en realidad no pasan.

 

Si tuviéramos una cámara que nos grabara podríamos comprobar como lo que estuvo en mi mente aterrándome era más duro de lo que en realidad fue, muchas veces eso que nos aterra no pasa, son miedos irracionales.

 

Por lo tanto no tiene sentido preocuparme por algo que no está ya aquí ¿no crees?

 

 Escrito por la Psicóloga Raquel Alarcón Molina.

Centro de psicología en Avda. General Gutiérrez Mellado, 9, 1ª planta. Edificio Centrofama, Murcia.

 

 

 

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