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Cuando a uno le toca ser fuerte.

Nos ha tocado vivir una época muy dura, la sociedad premia la desigualdad, la hipocresía y el mirar hacia otro lado cuando sabes que alguien está mal.

 

Será por eso por lo que creo que no encajo en esas nuevas costumbres y me niego a convertirme en alguien a quien detesto.

 

Aún me toca pelear con lágrimas en mis ojos y dolor en mi corazón, caeré pero me levantaré, no voy a rendirme.

Seguiré combatiendo en mi batalla, en mi búsqueda por encontrar un mundo mejor, estoy segura que está más cerca de lo que siempre he creído.

 

En los momentos en lo que las fuerzas me fallen y esté a punto de rendirme, recordaré que no todo está perdido, que solo se pierde cuando te dejas ganar.

 

Cuando estás herido, aunque esa herida sea muy grave, solo estás muerto cuando te das por vencido, cuando aceptas que todo es así y que tú ya no puedes hacer nada, pero estás equivocado pues todo depende de ti, de tu fuerza y actitud.

 

Si estás en un momento en que crees que tu herida ya no puede sanar ¡lucha!, aléjate de lo que te impide levantarte, no te apegues a nada ni a nadie, no dejes que nadie te catalogue y te diga como eres, pues tú eres el único que te conoce realmente, y sabes tu valía.

 

¡Levántate!, aunque al principio tengas que andar con muletas, las cosas más hermosas se consiguen con mucho esfuerzo, y hazlo solo por ti, no lo hagas por nadie más.

 

Ahora nos toca ser unos guerreros, guerreros de paz, luchar por lo que queremos, por nuestro bienestar, de una manera sensata, sin dejarnos pisotear, alejándonos de todo aquello que nos impida crecer y ser felices.

 

Nos ha tocado vivir en una época muy dura y es ahora cuando a uno, le toca ser fuerte.

 

Escrito por la Psicóloga Raquel Alarcón Molina. ( Centro de psicología en Avda. General Gutiérrez Mellado, 9, 1ª planta. Edificio Centrofama, Murcia).

 

 

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